Cómo mejorar la eficiencia energética en tu vivienda
Conseguir el mayor ahorro energético se ha convertido en los últimos años en un objetivo para muchas familias en España que buscan nuevas formas de reducir el gasto al que cada mes deben hacer frente por la energía utilizada.
La eficiencia energética consiste en “la reducción del consumo de energía manteniendo los mismos servicios energéticos, sin disminuir nuestro confort y calidad de vida, protegiendo el medio ambiente, asegurando el abastecimiento y fomentando un comportamiento sostenible en su uso”.
Un cambio de hábitos en el día a día puede ser una medida de ahorro considerable si sabemos diferenciar nuestro consumo real del consumo estrictamente necesario. Este cambio puede producirse renovando los electrodomésticos por otros más eficientes o racionalizando el consumo de la calefacción, del aire acondicionado y del agua caliente.
Ahorro energético a partir de la renovación de electrodomésticos
Siguiendo con los electrodomésticos, suponen uno de los mayores gastos energéticos de un hogar. En Europa, la mayoría de ellos tiene un etiquetado especial denominado etiqueta energética de electrodomésticos que indica su eficiencia en el consumo y lo respetuoso que es un aparato con el medio ambiente.
No todos los electrodomésticos poseen la etiqueta, sólo aquellos que consumen mucho o que pasan encendidos gran parte de su vida útil. Estos electrodomésticos son frigoríficos y congeladores, lavadoras, lavavajillas, secadoras, fuentes de luz domésticas, horno eléctrico, y aire acondicionado.
Es importante tener en cuenta el etiquetado energético para encontrar los electrodomésticos más eficientes que nos ayuden a reducir el consumo en el hogar.
Aislamiento térmico para reducir las necesidades energéticas
Otra solución efectiva para mejorar la eficiencia energética de una vivienda es el aislamiento térmico del inmueble. Se trata de una opción fundamental para el ahorro ya que reduce la demanda de energía sustancialmente, hasta en un 20%, necesitando usar menos la calefacción o el aire acondicionado.
El aislamiento térmico se aplica en los suelos de la vivienda y en las paredes y la fachada. Las acciones de aislamiento más necesarias en una vivienda son las que afectan a la fachada del edificio ya que es la parte que está en contacto con el exterior y que se debe aislar totalmente para evitar la pérdida de calor en invierno y la del frío en verano, consiguiendo así un hogar más confortable. En este sentido la rehabilitación de fachadas y el aislamiento térmico del suelo son fundamentales para el ahorro energético.
Ahorro energético con la mínima inversión
También es posible reducir el gasto energético de una vivienda sin tener que realizar grandes inversiones. Como hemos comentado, un cambio en los hábitos de consumo afecta directamente a la demanda energética del hogar.
“Un cambio de hábitos en el usuario es la principal medida que debemos adoptar para observar una reducción inmediata del 5% en las facturas de nuestra vivienda.”
Una de las medidas que más se aplica es el cambio de los puntos de luz por nuevas bombillas de bajo consumo. Si bien son un poco más caras que las tradicionales, suponen un ahorro de hasta el 50% en iluminación y aseguran una larga durabilidad.
El ahorro energético, además de reducir el gasto mensual en facturas también es un paso importante para la conservación del medio ambiente, por ello poco a poco todos deberíamos ir tomando conciencia y aplicando las medidas necesarias con tal de reducir la demanda energética de nuestros edificios y viviendas.